Abnegación y solidaridad de algunos vecinos

vecinosUn día de verano salimos con mi señora a caminar por la rambla de nuestro balneario. Mate mediante, y una conversación amena que hizo el trayecto más llevadero. Observamos la buena presentación de los estacionamientos, con el paso cortado y cerramientos con maderos, para hacer más seguro el lugar. La idea era tomar unas fotos de la playa y el sol ocultándose por el Oeste. Poco antes de llegar a la calle Florida, observamos una escena que nos llamó la atención. Subido en lo más alto de una escalera estaba Wilmar González, pintando unos juegos para niños. Su señora, Norma Rodríguez, hacía lo propio pincel en mano en otro aparato lúdico. Para ellos era y es algo natural, paro nosotros una sorpresa. Dejaron sus quehaceres hogareños para irse a la zona de playa a pintar y poner en orden los juegos para niños. Para los más pequeños de Cuchilla Alta, y de las familias que llegan al balneario. vecinos2Wilmar tiene “ochenta y pico” y está permanentemente a lo que haya que hacer. Un ejemplo de abnegación y solidaridad. Días después vimos a la señora Nélida Tobagliare y la señora Flavia Calero, pintando y dejando el orden la cartelería de la zona de El Chorro que se iba a reinaugurar, y además, a la Licenciada Aurora Rivas y también a Nélida Tobagliare, pintando los juegos infantiles en la zona de la Plaza. No resulta fácil conseguir quien en forma desinteresada se apreste a trabajar por alguna actividad, cuyo destino final es por el bien de todos quienes estamos en Cuchilla Alta u ocasionalmente llegan al balneario a descansar.

Carlos Rodríguez Vivián

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